
“Trabajar duro por algo que no nos importa se llama estrés. Trabajar duro por algo que amamos se llama pasión”.
Hace poco me encontré con esta frase del escritor y motivador inglés Simon Sinek.
Y lo primero que me apareció fue una inmensa gratitud al reconocer que hace algunos años renuncié a una exitosa carrera corporativa para dedicarme a acompañar procesos de aprendizaje y transformación de seres humanos y organizaciones, desde el Coaching Ontológico.
Y no es que no me gustara el trabajo que hacía, de hecho lo disfrutaba, pero en el coaching encontré aquello que me hacía, y me hace vibrar… conecté con mi pasión.
Acto seguido me puse a pensar en la gran cantidad de personas que sostienen un trabajo que no les apasiona por temor a desafiar el status quo y salir de su zona de confort.
Quizá por no saber cuál es esa pasión, por no sentirse suficientes o por creer que hacer lo que les apasiona es un lujo que no todos pueden darse; entre otras razones.

Cuando hacemos lo que nos apasiona, somos fieles a nuestros dones
Cuando hablamos de pasión, hablamos de amor, y el amor es un sentimiento que da cuenta de lo esencial; en equilibrio nos predispone a la conexión. El amor nos hace sentir en completitud y nos conecta directamente con el cuidado.
Cuando hacemos lo que nos apasiona, somos fieles a nuestros dones, los reconocemos, ponemos al servicio y cuidamos, buscando mantenernos actualizados, potenciándolos y siendo impecables.
Trabajar con amor nos predispone a cuidar la ejecución de nuestras tareas, a enfocarnos en los resultados mientras cuidamos a nuestros equipos; nos predispone a cuidar el propósito, misión y visión de la organización de la cual somos parte, o de nuestro propio negocio.
Trabajar con amor nos predispone también a cuidarnos a nosotros mismos, buscando un equilibrio vida/trabajo y una relación recíproca.
Hoy 1ero de mayo celebramos el Día del Trabajo, y en esta oportunidad, además de celebrar y descansar, me gustaría invitarte a reflexionar, ¿cuánto de lo que haces en tu día día está al servicio del cuidado?

Si te gustó este artículo compártelo en tus redes sociales