Explorando la experiencia de Asersentido

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La experiencia de Asersentido invita a explorar múltiples perspectivas de la vida personal y profesional. A partir de un enfoque más abierto y expansivo, esta experiencia abarca el autoconocimiento, la transformación, la integración y el liderazgo. Se trata de un recorrido que no solo impulsa aprendizajes, sino también un entendimiento más profundo de uno mismo y del entorno que nos rodea.

Los cuatro momentos de la experiencia de Asersentido

¿Hay una sola forma de ver la vida? ¡Por supuesto que no! Afortunadamente, nos rodea la multiplicidad. Podemos contemplar la vida, los fenómenos humanos y la comprensión de lo que ocurre a nuestro alrededor desde ángulos diferentes y enriquecedores. Precisamente, la experiencia de Asersentido —que impacta directamente en la consultora organizacional y en el desarrollo de carrera de su escuela— busca promover una mirada más abierta, expansiva, inclusiva e integradora de toda nuestra existencia.

Actualmente, abrazamos, por ejemplo, nuevas perspectivas sobre la vida y la identidad de género. Del mismo modo, reinterpretamos el concepto de “tener poder”, disociándolo del abuso y la arrogancia, para encontrar en su ejercicio la recuperación de nuestra creatividad y autenticidad. Además, redefinimos la idea de “confianza”, que ya no es binaria ni frágil, sino un proceso humano en constante construcción, que nos nutre con cada defecto reparado.

Para encontrarnos con esta multiplicidad de formas de ver la vida, la experiencia de aprendizaje que proponemos desde Asersentido ofrece un proceso de cuatro momentos.

  • Conocerse

  • Transformarse

  • Integrar

  • Liderar.

Hay un párrafo que me gusta mucho en mi libro La energía del liderazgo, porque logra captar estos momentos. Modifico un poco el texto para adaptarlo a este artículo:

“… la experiencia de Asersentido te propone, en primer término, conocerte para poder hacer las transformaciones y cambios necesarios. Y esas transformaciones solo se pueden instalar cuando logras integrar tus cuatro inteligencias —cognitiva, emocional, corporal, energética—, para así liderar tu vida y el entorno de una manera más potente y efectiva.

A través de un acompañamiento cercano, estos momentos se hacen cuerpo, se instalan como parte fundamental del ser y crean nuevas sinapsis neuronales que nos permiten innovar, expandir nuestro poder, tener más capacidad de acción y potenciar el liderazgo. Acompáñame a explorar estos valiosos momentos.

Conocerse

Si nos remontamos al pasado, sabemos que los sabios dedicaban tiempo al autoconocimiento y a la reflexión profunda. Se permitían momentos de tranquilidad y autocontemplación, que generaban un terreno fértil para grandes creaciones e innovaciones. No es casualidad que la famosa frase “conócete a ti mismo” del filósofo Sócrates siga inspirándonos en la actualidad.

Por eso es que el primer paso en la experiencia de Asersentido es conocernos de manera completa e integral, haciéndonos preguntas que pueden no tener respuesta, pero que nos ayudan a mantenernos despiertos y activos, y que nos permiten descubrir nuestras emociones, mente, cuerpo, energía y sistema de creencias.

Explorar interiormente lo que sentimos, lo que nos ocurre y las experiencias que vivimos como seres humanos, es maravilloso.

Nuestro mundo emocional es lo primero que debemos conocer. Puede que no sea fácil, porque en casi ningún momento de la vida se nos ha alentado a hacerlo. ¿Cómo generamos las emociones y qué tipo de sentimientos y estados emocionales hemos interiorizado? Me refiero a la ira, la tristeza, el miedo, la ambición, la resignación y otros. Es necesario considerar si los hemos asimilado de manera balanceada o no.

También hay que tener en cuenta la propiocepción, es decir, la percepción interna y consciente de la posición y el movimiento de las partes del cuerpo. Es esencial comprender cómo se mueve nuestro cuerpo, cómo hemos aprendido estos patrones y si nos sirven para desarrollar la vida que queremos.

Conocernos implica, además, aceptar nuestras luces y sombras, pero aquí no estoy hablando de cualidades positivas y negativas. Las “luces” son rasgos visibles y aceptados por nosotros, mientras que las “sombras” son aspectos que no tenemos tan a mano y que preferimos evitar u ocultar. A veces escondemos en las sombras elementos valiosos de nosotros mismos, como la bondad y la creatividad, simplemente porque no los conocemos o no queremos verlos. El trabajo está en integrar ambas.

Quizá la particularidad más importante del autoconocimiento como primera fase de la propuesta de Asersentido sea salir de la ceguera cognitiva, es decir, no saber que no sabemos. Conocernos nos da la capacidad de observar con atención lo que no somos capaces de ver de nosotros mismos, abandonar posturas automáticas, identificar creencias limitantes y abrazar sobre nuevas formas de pensar que nos abren posibilidades y nos llevan al paso siguiente: la transformación.

Transformarse

Ampliar las formas de ser y hacer que hemos aprendido, entender lo que ya no nos sirve o nos limita. Eso nos permite trascender. Transformarse implica cambiar tu forma de ser y tus comportamientos, lo que facilita un abanico de oportunidades que antes no existía para nosotros.

Del mismo modo que proponemos conocer nuestras emociones, el movimiento de nuestro cuerpo y el conjunto de creencias que nos limitan, también necesitamos aprender a transformar todo esto, si así lo decidimos.

Cuando nos transformamos, las inteligencias cognitiva, emocional, corporal y energética se ponen al servicio del buen vivir. Nos sentimos equilibrados, en control de las decisiones y capaces de adoptar una posición de liderazgo eficaz, logrando una integración de todo lo que hemos aprendido.

Esta interconexión coherente y contundente de las inteligencias es lo que nos lleva a explicar el siguiente momento de la experiencia que impulsamos en Asersentido.

Integrar

La capacidad de entrelazar, interconectar y hacer sinapsis neuronales de todo tu ser espiritual, teniendo esta experiencia humana, es lo que nosotros llamamos integrar. Esta integración abarca aquellos aspectos que habían quedado excluidos y fragmentados, para lograr así una vida completa, sencilla y plena.

Con la integración, florecen fenómenos notables: unidad con uno mismo y con otros, plenitud, realización, colaboración en lugar de competencia.

Esto es especialmente valioso en equipos de alto rendimiento, donde cada uno aporta singularidad y se potencia con el aporte del resto. Dicha integración se refleja en nuestra experiencia diaria. Nuestros objetivos personales y globales, los de las organizaciones que acompañamos, se evidencian en lo cotidiano y se traducen en resultados tangibles. Todo esto nos permite liderar con eficacia y conciencia.

Como resultado, vemos que nuestras organizaciones siguen un propósito, con equipos satisfechos y rentabilidad coherente con la razón de ser de la organización.

Cuando integramos lo esencial, la experiencia se intensifica. Nuestro propósito cobra vida y como líderes, de nuestras propias vidas y de las organizaciones a las que pertenecemos, podemos diseñar y dirigir con mayor eficacia. A continuación, te explicaré a qué me refiero con liderar.

Liderar

Liderar es ser responsables. Implica hacernos cargo de los desafíos que se nos presentan en todos los ámbitos de la vida donde tengamos que afrontar una transformación o integración. Cuando lideramos, emergen todas las acciones que causan impacto en nuestro alrededor.

Liderar es inevitable. Lo hacemos todo el tiempo en nuestros hogares, trabajos, organizaciones y relaciones sociales.

Obviamente, cada instancia de liderazgo es diferente según el entorno o situación en la que nos encontremos.

No obstante, el punto de partida empieza por nuestro interior. Lo primero que tenemos que liderar es a nosotros mismos, nuestro impacto en el mundo. Debemos ser conscientes de nuestras acciones y conductas, y de las huellas que dejan. Por ejemplo, liderar de forma autoritaria impacta en el entorno de una determinada manera, y la huella que producimos con ese liderazgo puede ser positiva o negativa, maravillosa o traumática.

El objetivo es liderar no solo para cumplir nuestro propósito, sino también para abrazar uno aún mayor, realizar un aporte a la sociedad y al planeta, hacer que nuestros sueños sean posibilitadores de los sueños de los demás.

Facilitando la experiencia a partir de un modelo

Tanto si hablamos de liderar nuestra propia vida o liderar en una organización a la que pertenecemos, la contribución que hacemos perdura más allá de nosotros. Como cocreadores de nuestro entorno y visión, dejamos una huella que seguirá germinando.

El liderazgo contemporáneo, que surge de un profundo autoconocimiento, impacta en el mundo gracias a su enfoque positivo, al integrar habilidades, inteligencia y competencias que transforman la forma de ser y hacer.

En Asersentido ponemos en práctica el modelo de desarrollo integral que facilita la experiencia que he descrito, a partir de una profunda comprensión que genera un impacto positivo y duradero en el entorno inmediato y en el mundo.

 
Minerva Gebran

Directora Ejecutiva de Asersentido. Máster Coach Ontológico y consultora organizacional.

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