Qué retos enfrenta una organización sin alineamiento estratégico
Las organizaciones que carecen de alineamiento estratégico suelen enfrentar problemas profundos que afectan tanto su rendimiento como su clima laboral. Entre los principales indicadores de esta falta de alineación está la desconexión entre las áreas, la desmotivación, la superposición de roles y tareas, y, por consecuencia, la baja en la eficiencia y efectividad de la organización. En este artículo desarrollaremos los dolores, las resistencias y la metodología con la que acompañamos a las organizaciones a recuperar la confianza, la escucha y la colaboración para superar sus desafíos y obtener los resultados que desean.
Ningún equipo es una isla en una organización
El principal signo de la falta de alineamiento estratégico en una organización, es la desconexión de sus equipos del propósito y de los objetivos. Cada departamento se enfoca en sus propias responsabilidades y funciones, sin tener presente un “para qué” y sin detenerse a coordinarse con el resto de la organización de manera creativa y proactiva. En muchos casos, ni siquiera tienen conocimiento de lo que otras áreas están haciendo, lo que genera una desconexión y fragmentación.
La falta de comunicación y coordinación tiene graves consecuencias:
Los resultados no se alcanzan
la desmotivación aumenta
se incrementa la rotación de personal
los reprocesos y duplicidad de funciones se multiplican.
En ese escenario muy real, la organización, lejos de operar como un sistema interconectado, se convierte en una colección de compartimentos aislados, con equipos que asumen tareas que no les corresponden y dejan otras sin atender. Y lo que es aún más grave, se pierde la motivación al no tener un sentido compartido.
Esta falta de claridad en los roles y la ausencia de acuerdos de trabajo compromete el accountability individual y grupal, y, en última instancia, el éxito colectivo.
El impacto positivo del alineamiento estratégico: cuando las piezas se engranan en un sentido común
Un escenario diferente es el de aquellas organizaciones que logran alinearse estratégicamente. Se trata de propiciar un trabajo coordinado y fluido que les permite no solo alcanzar los objetivos, sino superar las expectativas.
El alineamiento es poner a todas las personas y áreas en la misma página, con un mismo norte, y así confluir los propósitos individuales con el de la organización.
Un ejemplo claro es cuando un equipo, que antes solo se concentraba en sus tareas individuales, comienza a identificar puntos de intersección con otros departamentos. De esta manera, no solo disminuyen los reprocesos y los malentendidos, sino que también se crean sinergias que potencian la creatividad y la innovación.
En organizaciones alineadas, cada persona entiende cómo su trabajo aporta al propósito global y eso les permite visualizar su rol como parte de un todo. La colaboración se convierte en un valor central y esto se refleja en los resultados, el ambiente laboral y la cohesión de los equipos.
Resistencias al alineamiento estratégico
Lograr el alineamiento estratégico en una organización no es fácil. Muchas organizaciones, equipos e individuos se resisten a adoptar este enfoque porque tienden a enfocarse solo en resultados de corto plazo. Olvidan que para conseguir esos resultados es esencial crear espacios de conversación que generen:
Confianza
apertura
escucha activa.
Otra resistencia clave es la idea errónea de que el alineamiento es lo mismo que la planificación estratégica. Mientras que la planificación implica definir una visión y objetivos, el alineamiento estratégico tiene que ver con poner a las personas y a las áreas en sincronía para avanzar hacia esos objetivos. Es una cuestión de conexión y propósito, no solo de una declaración de metas.
El alineamiento estratégico va más allá de la coordinación técnica. Se trata de unir a las personas en torno a un propósito común que les conecte y motive, y les permita trabajar de manera efectiva en el presente y hacia el futuro.
El desafío está en generar esa conexión diaria que transforma un trabajo mecánico en un esfuerzo colaborativo y significativo.
El valor del alineamiento estratégico: más allá de los resultados
El alineamiento estratégico no solo tiene un impacto positivo en los resultados; también mejora el clima laboral. Un equipo que se siente conectado con un propósito compartido y alineado al propio, así como coordinaciones efectivas basadas en la construcción de una confianza sólida, genera un ambiente de trabajo mucho más sano.
Además, fomenta la diversidad y la colaboración, ya que las personas entienden que sus diferencias son valiosas y complementarias. Todo esto redunda en mayor eficiencia, una mejor calidad de trabajo y, por supuesto, en el logro de objetivos organizacionales.
Los miembros de una organización alineada estratégicamente se preocupan por construir y nutrir relaciones de confianza. Se sienten seguros de contribuir y están motivados por un propósito compartido. Las conversaciones fluyen, los acuerdos son claros y los conflictos se abordan de manera cercana y participativa, lo que hace que los equipos sean ágiles, efectivos y capaces de adaptarse rápidamente a los desafíos.
La metodología de Asersentido hacia la confianza y la colaboración
En Asersentido acompañamos a las organizaciones en su transformación hacia un alineamiento estratégico efectivo a través de la visualización de aquello que esperan lograr en conjunto, conectando con su esencia y núcleo positivo. Lo hacemos además, mediante un enfoque dedicado a construir, nutrir y reparar confianza dentro de los equipos, la clave para poder coordinar y lograr resultados de manera fluida.
Trabajamos generalmente con los equipos de liderazgo de las organizaciones. Particularmente, con el primero o los dos primeros niveles de liderazgo, ya que estos son los que tienen el poder de influir en el resto de la organización y multiplicar una cultura de alineamiento.
A través de diferentes herramientas y dinámicas, fomentamos que los equipos se conozcan entre sí, identifiquen creencias limitantes, derriben prejuicios, legitimen las diferencias y aprendan a escucharse atentamente. Este proceso facilita la co-construcción de un propósito común y mejora la coordinación efectiva entre áreas.
Necesitamos conocernos para poder coordinarnos en nuestras capacidades, aptitudes y posibilidades de una forma realista.
A menudo hemos encontrado que el desafío no solo debe estar en trabajar sobre lo que no está funcionando, sino más bien en trabajar en un enfoque que invite a la co-creación de nuevos acuerdos y formas de colaborar.
Por eso, nuestro método ayuda a que los equipos, incluso aquellos que han trabajado juntos por mucho tiempo sin lograr una confianza plena, se abran a tener conversaciones valientes, sabiendo que estas son necesarias para el crecimiento conjunto.
En Asersentido acompañamos a que las organizaciones se alineen estratégicamente mediante una perspectiva centrada en las personas, el propósito y la confianza. Buscamos impulsar dinámicas donde cada equipo trabaje de manera conectada y eficiente, en un ambiente donde el éxito es una consecuencia natural de la colaboración auténtica.
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