Cómo crear equipos de alta efectividad en tu organización
Autores: Javier Reyes y Jhatiti Goycochea
El entorno corporativo actual, ultra competitivo y en permanente cambio, pone a las organizaciones bajo una enorme presión para alcanzar metas ambiciosas, mantener la satisfacción del cliente y adaptarse a nuevos desafíos tecnológicos y de mercado. La necesidad de contar con equipos que alcancen un nivel de efectividad superior se vuelve cada vez más recurrente. Sin embargo, la comunicación ineficaz, la falta de coordinación entre personas y departamentos, la baja motivación y una confusa alineación con la estrategia corporativa siguen siendo problemas recurrentes que, de no ser abordados adecuadamente, pueden llevar a la pérdida de oportunidades, afectando el crecimiento sostenible de la organización. En este artículo abordaremos cómo desarrollar equipos de alta efectividad desde el Modelo de Aprendizaje Integral para lograr un desempeño superior y sostenido.
Qué son los equipos de alta efectividad y qué beneficios traen
Un equipo de alta efectividad es mucho más que un grupo de personas trabajando juntas hacia un objetivo común. Son unidades altamente cohesionadas, capaces de integrar conocimientos, habilidades y actitudes diversas para lograr un desempeño superior y duradero. Veamos algunas ventajas competitivas que traen a la organización:
Contribuye a la mejora del clima organizacional
Brinda un mayor nivel de satisfacción y compromiso en los miembros del equipo
Reduce la rotación de personal y los costos asociados
Mejora la capacidad de la organización para innovar y adaptarse rápidamente a los cambios del mercado
Fortalece la marca empleadora, atrayendo y reteniendo talento de calidad.
Los equipos altamente efectivos son capaces de alcanzar y superar sus objetivos de manera más eficiente, aumentando la productividad y la rentabilidad.
Estos equipos se distinguen por tres características centrales:
Capacidad para comunicarse de manera clara y abierta en un entorno de seguridad psicológica.
Toma de decisiones y coordinaciones efectivas.
Alineación con el propósito, los valores y la visión estratégica de la organización.
Comunicar con efectividad
Es una capacidad y un power skill fundamental que debe tener todo equipo para ser efectivo. Una comunicación efectiva permite transmitir adecuadamente los aspectos personales y de negocio que pueden afectar el desempeño del equipo. Para ello, sus miembros son capaces de expresar con claridad sus necesidades y las del negocio para abordar los desafíos que están atravesando. Así mismo, sus integrantes pueden percibir sus estados emocionales y los del equipo (empatía e inteligencia emocional), para agilizar la interacción de miradas que atienda los propósitos definidos.
Coordinar acciones efectivas para la toma de decisiones
Los equipos altamente efectivos son aquellos en los que cada integrante es capaz de generar un pedido que los demás miembros del grupo puedan tomar para satisfacer una necesidad o un dolor, así como de brindar si es posible realizarlo de una mejor manera, llegando a un acuerdo. Para ello, es vital que cada persona ponga sus habilidades, sus dones y sus capacidades al servicio de una tarea o de un desafío dentro de un grupo, entendiendo que existe una estructura o método detrás que permite esa coordinación efectiva.
Propósitos comunes
Los integrantes de un equipo altamente efectivo, comprenden que una organización es un tejido en el cual los propósitos personales resuenan con el propósito del grupo y que estos se unen y se tejen para lograr un bien mayor al rol que representan, el propósito de la organización. Así mismo, al lograr esta alineación de propósitos con las necesidades de los clientes, habilita también un impacto en la sociedad y en el entorno.
Señales de que tu equipo necesita desarrollar capacidades para aumentar su efectividad
Toda organización, por pequeña, mediana o grande que sea, necesita equipos efectivos, porque siempre sus objetivos y metas se ejecutan a través de una interacción grupal y una interacción individual.
Desarrollar las capacidades que hacen efectivo a un grupo, entonces, se vuelve una necesidad prioritaria para lograr un impacto directo en los indicadores de gestión y en la consecución de resultados. Entre más efectivos sean los equipos de una organización, tendrá más oportunidades de alcanzar resultados y de sobrepasarlos.
Sin embargo, muchas veces las organizaciones y sus líderes quedan atrapados por diversos obstáculos, como:
Las resistencias al cambio.
Una comunicación deficiente en sus equipos.
La falta de alineación con la estrategia general.
Un bajo nivel de confianza entre los miembros.
Las señales que alertan sobre la necesidad desarrollar las capacidades humanas para incrementar la efectividad son variadas y en esta oportunidad las abordaremos desde las cuatro inteligencias de nuestro modelo:
Cognitiva
Emocional
Corporal
Energética.
Veamos una por una cómo se manifiestan.
Inteligencia cognitiva
Esta inteligencia está vinculada con las creencias limitantes de las personas que lideran y forman parte de los equipos. La capacidad de confiar en los demás, de pedir u ofrecer ayuda, de delegar tareas o hasta de comprometerse con otra persona o grupo se ponen en tensión con la cultura o creencias que muchas veces impide escenarios de colaboración efectiva. Cuestionar y desafiar estas creencias es un primer e importante paso para lograr equipos efectivos.
Inteligencia emocional
Un artículo del Massachusetts Institute of Technology (MIT) señala a la inteligencia emocional como una habilidad necesaria en una supermente, como se denomina una mentalidad colectiva entre humanos e inteligencia artificiales, en torno a un objetivo común. Apunta que la empatía mejora la dinámica del equipo y las relaciones con los clientes, fomentando un entorno más inclusivo.
Por eso, cuando los miembros de un grupo no tienen la capacidad de sentir para interpretar y empatizar con las emociones del resto, no pueden ponerse a su servicio, comunicarse de un modo más efectivo ni lograr mejores resultados en los proyectos conjuntos.
Los equipos desconectados emocionalmente suelen sentirse fatigados por la incapacidad de detectar y celebrar logros, así como de hacer las pérdidas necesarias por seguir oponiéndose a realidades.
Inteligencia corporal
Un equipo en donde la mayoría de sus integrantes siente que todo el tiempo está cargando con un gran peso, que experimenta un desgaste constante, que cada nueva tarea que aparece es una carga adicional, no puede resolver de manera efectiva sus objetivos.
Trabajar en el bienestar del cuerpo, en crear espacios de relajación y, sobre todo, establecer una mejor comunicación no verbal con el resto del grupo, resulta un aspecto importante a la hora de desarrollar y liderar equipos efectivos.
Inteligencia energética
Cuando los equipos sufren una desconexión, por no comprender o compartir, con el propósito y el gran proyecto de la organización, se desvitalizan y pierden energía día a día.
Cuando el presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, visitó en 1963 las oficinas de la NASA, se encontró con una persona de limpieza y le preguntó qué estaba haciendo allí tan tarde. El empleado le contestó convencido: “Señor presidente, estoy ayudando a poner el primer hombre en la Luna”. La anécdota muestra hasta qué punto todas las personas que cumplían alguna función en la agencia espacial estaban comprometidas con el objetivo.
Los equipos de alta efectividad son aquellos que se energizan alrededor de un propósito compartido, que suben los ánimos, que tienen fuego (pasión) por sentirse parte de los logros del proyecto en el que se encuentran trabajando.
El método de aprendizaje integral para lograr equipos de alta efectividad
En Asersentido creemos que la creación de equipos de alta efectividad es un proceso que comienza con la transformación individual y colectiva, propiciada a través de un Aprendizaje Integral de las 4 inteligencias. Este enfoque considera el hacer (el accionar) e incorpora el ser (formas de ser) individual y colectivo de cada miembro del equipo, integrando sus cuatro inteligencias: cognitivas, emocionales y corporales que impactan directamente en la dinámica del grupo y su liderazgo.
El modelo de aprendizaje integral permite a los equipos identificar y superar las barreras internas que impiden alcanzar su máximo potencial. A través de un acompañamiento profesional ad hoc a cada industria mediante el acompañamiento transformador y efectivo en sus inteligencias, los miembros del equipo aprenden a reconocer patrones de comportamiento limitantes, a mejorar sus habilidades de comunicación, y a construir relaciones basadas en la confianza, el reconocimiento y el respeto mutuo.
Esto crea un ambiente donde cada persona se siente valorada y motivada a contribuir y desarrollar lo mejor de sí misma para el logro de un propósito más grande, el del ser organizacional.
El modelo Asersentido se enfoca en desarrollar la inteligencia colectiva, un concepto que implica la integración de diversas inteligencias (cognitiva, emocional, corporal y energética) para lograr una sinergia que potencie el rendimiento del equipo.
En este proceso, se promueve el “subir al balcón”, una metáfora que invita a los líderes a adoptar una visión más amplia y estratégica, así como el “danzar”, que representa la capacidad de estar presente, ser y actuar con la efectividad y al ritmo que requiere el momento que estamos atravesando.
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